RIESGOS DEL CONSUMO DE DROGAS ILÍCITAS. EVIDENCIAS MÉDICAS.
Aunque existan personas que se intoxiquen rápidamente y otras con pocas cantidades es importante señalar que, se ha demostrado científicamente que el consumo de drogas ilícitas PRODUCE UN DAÑO CEREBRAL IRREVERSIBLE.
Ya lo ha dicho antes Antonio Escohotado: “Las drogas lo que hacen es inducir modificaciones químicas que también pueden inducir la soledad, el silencio, la abstinencia, el dolor, el miedo”. Sin embargo, merece la pena recordar otra de sus frases contundentes: …”químicamente no somos más que un conjunto de reacciones”… Hoy queremos compartir la evidencia científica que prueba que el consumo de drogas ilícitas (cocaína, heroína, marihuana, anfetaminas y otras) es responsable de trastornos neuropsiquiátricos de muchos tipos, inespecíficos y variados, así como de manifestaciones renales y autoinmunes.
Los hallazgos clínicos y de neuroimagen revelan dos patrones principales. Lesión cerebral: lesión difusa simétrica subcortical de materia blanca con afectación cerebelosa preferencial (patrón de leucoencefalopatía), o focos múltiples de infartos isquémicos en una distribución de territorio no arterial (patrón isquémico). En resumen, existen imágenes de nuestro cerebro que prueban disminución de circulación sanguínea así como disminución de la sustancia encargada las conexiones eléctricas entre nuestras neuronas.
El uso de drogas ilícitas es actualmente un problema médico importante entre los adolescentes. Varias drogas ilícitas tienen un alto potencial de abuso, son neurotóxicas y causan una alta morbilidad y mortalidad. La manifestación clínica de adolescentes con neurotoxicidad aguda inducida por fármacos a menudo se caracteriza por síntomas y hallazgos no específicos. El diagnóstico precoz es importante para prevenir la muerte y las alteraciones neurológicas permanentes a largo plazo.
La evidencia científica y el análisis de casos prueba además las manifestaciones renales de abuso de drogas ilícitas específicas (cocaína, heroína, marihuana anfetaminas, entre otras comunes).
La vasoconstricción sostenida inducida por la cocaína tiene efectos devastadores que conducen a la hipertensión renal incluso sin signos de hipertensión sistémica. Este estado hipertensivo causa daño renal y conduce a insuficiencia renal. La cocaína también puede causar adherencia plaquetaria y microagregados; puede causar infartos renales inducidos por la cocaína (CIRI Cocaine-induced renal infarcts).
La cocaína se asocia con rabdomiólisis (descomposición/rotura de tejido muscular) que empeora cuando se abusa del alcohol, el metabolismo hepático conduce a la formación de un metabolito activo de cocaetileno que es altamente tóxico. Recientemente, un estudio informó sobre AKI (lesión aguda de riñón), sosteniendo que la rabdomiólisis estaba presente en alto porcentaje de los usuarios de cocaína, con una prevalencia de rabdomiólisis severa (CK> 10,000 UI / L).
El levamisol, una droga anti-helmíntica descontinuada, es un adulterante común que se usa con la cocaína. El uso complementario de cocaína y levamisol, ya sea por fumar o por inhalación, se ha asociado con vasculitis. Por lo general, esto se relaciona con los anticuerpos de la mieloperoxidasa (MPO) y la proteinasa-3 (PR3). Además, en la mayoría de los pacientes se detectan anticuerpos antinucleares (ANA), anticoagulante lúpico y niveles bajos de complemento (todas graves afectaciones inmunes).
La toxicidad de levamisol y cocaína combinadas acelera sus respectivas manifestaciones, lo que lleva a enfermedad severa.
Fuentes:
Shrot, S., Poretti, A., Tucker, E. W., Soares, B. P., & Huisman, T. A. (2017). Acute brain injury following illicit drug abuse in adolescent and young adult patients: spectrum of neuroimaging findings. The neuroradiology journal, 30(2), 144-150.