NUEVOS AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN CONTRA EL ALZHEIMER
La enfermedad de Alzheimer es la principal causa de demencia en el mundo, en España la padecen unas 800.000 personas. Su relación con la edad avanzada, y el problema de envejecimiento poblacional de nuestra sociedad, lo convierten en una patología de con alta prevalencia e incidencia, que afecta las actividades asistenciales de los profesionales de Atención Primaria.
¿Qué impacto tiene el Alzheimer en la sociedad? Consejos para la enfermedad de Alzheimer
Para abordar correctamente esta patología es necesario , como hemos dicho, entender que la enfermedad no sólo afecta al paciente, sino también a su familia, y a la comunidad en la que vive. Por ello es necesario divulgar el conocimiento de las teorías fisiopatológicas de los factores de riesgo implicados en su padecimiento, de su presentación clínica y evolución, de la afectación del cuidador y familia del enfermo, de las herramientas diagnósticas y terapéuticas de las que disponemos.
Frente a esta compleja realidad, las investigaciones no han cesado y han avanzado en el conocimiento y desarrollo de muchas intervenciones (farmacológicas y no farmacológicas) logrando beneficios en el rendimiento intelectual y funcional de los enfermos, y en el control de los trastornos del comportamiento, cuando éstos aparecen. Aunque su causa aún es desconocida, este mes (junio 2019) se ha dado un nuevo paso adelante en la importante batalla contra el Alzheimer.
LOGRAN REGENRAR CONEXIONES NEURONALES EN MOSCAS CON ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
El mal de Alzheimer afecta el cerebro disminuyendo la comunicación y función de la neuronas. Un equipo de investigadores descubrió una molécula que logra promover la interacción de dos proteínas que regulan el número y la función de la sinapsis entre neuronas.
Los ensayos de este estudio se han desarrollado en modelos de moscas “Drosophila” con la enfermedad de Alzheimer, y confirman la regeneración de la sinapsis, las conexiones entre neuronas que hacen fluir la comunicación en el cerebro.
La molécula que han estudiado promueve la interacción entre dos proteínas: el sensor neuronal del calcio (NCS-1) y el factor de intercambio de guanina (Ric8a). Ambas proteínas tienen la función de regular el número y función de la sinapsis, lo que hace que esta investigación pueda ser el primer paso para tratar enfermedades como el Alzheimer.
Estudios sobre factores de riesgo y prevención del Alzheimer
La ausencia de actividades físicas y baja estimulación cognitiva califican como factores de riesgo asociados a las enfermedades neurodegenerativas. Durante la última década se han intentado reducir las consecuencias asociadas a la enfermedad de Alzheimer, a través de medidas farmacológicas enfocadas en resolver el déficit de neurotransmisores del trastorno neurocognitivo, sin embargo, sólo se ha alcanzado un alivio muy breve y sin efectos sobre el proceso degenerativo en la neurona.
También se han aplicado, con éxito de pequeña dimensión, diversas estrategias terapéuticas para prevenir la formación y deposición de la β-amiloide y tau o acelerar su eliminación. No obstante, la ciencia ya posee pruebas exitosas que proponen medidas terapéuticas no farmacológicas, como la actividad cognitiva (AC) y la actividad física (AF), en personas mayores para reducir el riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas y mejorar la función cognitiva en la fase prodrómica de la EA.
Para verificar esto, se realizó un estudio cuyo objetivo fue examinar los efectos de una intervención combinada, de la AF y la AC en personas mayores con EA leve. Participaron 80 ancianos chilenos ≥60 años, divididos en un grupo de intervención (GI=24), sometidos a entrenamiento físico y cognitivo, 5 sesiones semanales, durante 6 meses; y un grupo control (GC=36), sujetos sedentarios que no realizaron AF ni recibieron estimulación cognitiva durante el estudio. Se realizaron mediciones pre y pos-test con Mini-mental state examination , test del trazo (TMT-A y B), test de la figura compleja de Rey (TFCR), y test de aprendizaje auditivo verbal de Rey (TAAVR) También se realizaron análisis inter e intragrupales y ANCOVA.
Los resultados sugieren que la actividad física y la actividad cognitiva aumentan la respuesta cognitiva del grupo de intervención que, luego de 6 meses mostró los siguientes avances:
1) Aumento significativo de la memoria auditiva-verbal, optimizando la capacidad de retención y consolidación de palabras.
2) Mejora el procesamiento de imágenes visuoespaciales, guardar la información en la memoria episódica visual y tener una buena evocación visuoconstructiva.
3) Mejora de la focalización de la atención, sostenibilidad y flexibilidad cognitiva.